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¿Qué tan difícil puede ser esto?

  • Kristal Acevedo Vega
  • 16 mar 2017
  • 2 Min. de lectura

Esa fue la pregunta que me hice cuando decidí emprender en el camino del minimalismo e involucrarme a la vez con el Proyecto 333. No me parecía que fuera difícil en lo absoluto. Para mí fue tan sencillo como decir, pues tomo esto y lo boto porque hace tiempo que no lo uso o porque no me es útil ya; pero no es así.

Me he dado cuenta que estoy más agarrada a lo material de lo que pensaba.

Aún tengo muchas cosas en mi hogar de las cuales tengo pleno conocimiento de que no las utilizo -que hasta cierto punto generan reguero- y que no me quiero deshacer de ellas. Estas cosas son materiales de decoración que me gustan, pero que se encuentran sin un lugar definido; solo estorban. Siempre que quiero deshacerme de ello me convenzo de que en algún momento les encontraré un lugar o una utilidad, y por ahí llevan meses rodando de lugar en lugar estorbando. Por ejemplo, tengo una bicicleta que tiene una canasta donde se coloca una botella de vino. Solamente la uso cuando compro vino, que no es tan a menudo. Pues, de encima de la isla en la cocina se rueda para otros lados donde no moleste, pero estar rodándola de sitio en sitio termina molestando.

La semana antepasada me encargué de sacar los materiales de manualidades que ya no uso como: el brillo, las pinturas, los materiales de "scrapbooking"... También saqué libros y libretas que no uso para dárselas a mami que los vende y le da uso a las libretas. No obstante, me quedé con un montón de cosas que la realidad nunca uso, pero que siempre me convenzo de que en me van a ser útiles *suspiro.

La pelea con misma es bien intensa y va de esta manera "me voy a quedar con esto por que lo puedo utilizar para estudiar o para hacer anotaciones si continúo con mis estudios", "pero a lo mejor no las necesito, por que recién terminé la Maestría y si no las usé en ese momento, ¿qué me asegura que ahora los voy a usar?", " voy a sacar la mayoría pero me voy a quedar con algunas por si acaso, y así no las tengo que volver a comprar". Siempre termino haciendo todo lo contrario, saco unas cuantas y me quedo con la mayoría.

¿qué voy a hacer?

Creo que continuaré poco a poco. En ocasiones me desespero porque aún no llego a mi meta, y creo que no tendré la suficiente fuerza de voluntad para llegar hasta donde quiero; tengo que recordarme constantemente que estoy haciendo esto por mi bienestar financiero y para poder ahorrar e irme de viaje.

 
 
 

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